Evidencia

Pruebas de alcohol y drogas en ámbito laboral para la disuasión del consumo y la reducción del daño


Área: Prevención y reducción de riesgos
Ámbito: Universal Selectiva
Entorno: Laboral
Nivel de evidencia: Baja evidencia
Nivel de eficacia: BAJA
Campo de actuación: Cannabis, Alcohol
Destinatario Población adulta
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Fecha de consulta: 25/04/2024
Descripción de la estrategia

El ámbito laboral ofrece un entorno oportuno para intervenciones que aborden posibles factores de riesgo de consumo. Por una parte, este ámbito permite trabajar de forma estable con destinatarios “cautivos” intervenciones de promoción de la salud y de cambio de actitudes hacia el consumo. Por otra parte, el consumo abusivo de alcohol u otras drogas ilegales puede afectar el desempeño y la productividad de los empleados/as, constituyendo un riesgo de lesiones y accidentes para el propio trabajador/a, como para sus compañeros/as y un perjuicio económico para la empresa. En este sentido, se valoran técnicas y estrategias para la detección precoz del consumo. Entre las intervenciones laborales, las pruebas aleatorias para la detección de alcohol y drogas y alcohol son unas de las que mayor atención han recibido y que más controversia levantan. Estas pruebas se basan en la detección de metabolitos y cuentan con distintas variantes: pruebas de orina, de sangre, saliva, sudor o  cabello. Para el alcohol, se emplean alcoholímetros para la detección a través del aire expirado. Estas pruebas pueden  realizarse en distintos momentos (e.g. en los procesos de selección de personal, por causas razonables tras accidentes laborales, tras una readmisión, o como pruebas aleatorias durante la jornada laboral). La hipótesis de partida es que un mayor grado de pruebas de detección se relacionará con una menor prevalencia debido a la disuasión del consumo, así como a una disminución del número de accidentes laborales.

Estas pruebas no están exentas de críticas sobre su moralidad o precisión, si bien en los últimos años, las pruebas se han vuelto más precisas. Además, estas pruebas tienen alto coste para las empresas. Respecto a la legalidad, en la Unión Europea, no existe una legislación específica y diversos países europeos han prohibido las pruebas aleatorias como parte de los procesos de selección de personal o durante la jornada laboral. En nuestro país, el artículo 22.1 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, establece que el empresario debe garantizar la vigilancia de la salud de los trabajadores, pero que pruebas de este tipo sólo pueden realizarse con el consentimiento del trabajador/a.

Resumen de la eficacia

En Europa, donde en muchos países la legislación sanciona este tipo de intervenciones, las publicaciones son escasas (Marques et al., 2014; Rosso et al., 2017; entre otros). Una revisión sistemática Cochrane sobre profesionales del transporte en Estados Unidos (Cashman et al., 2009), sólo identifica dos estudios elegibles por su rigor metodológico y por contar con medidas de seguimiento. Esta revisión sugiere que si bien las pruebas aleatorias de consumo de alcohol sobre estos profesionales se relacionaron con una disminución en el nivel de accidentes fatales inmediatamente después de la medida, este cambio no se mantuvo a largo plazo.

Por su parte, otra revisión sistemática (Pidd y Roche, 2014) que incluye 23 estudios, también en Estados Unidos, evaluó la efectividad de las pruebas de detección de drogas, bien tanto para disuadir del consumo de drogas por parte de los empleados, como para reducir las tasas de accidentes o lesiones en el lugar de trabajo. Las evidencias aportadas son escasas y de baja calidad, ya que ningún estudio incluye ensayos de control aleatorios y adolecen de deficiencias metodológicas, como por ejemplo no contar con medidas de seguimiento. En cuanto a los estudios de disuasión del consumo, aplicando modelos estadísticos, los resultados sugieren que las pruebas aleatorias se relacionan con tasas más bajas de consumo en todas las profesiones, pero con mayor efecto estadísticamente significativo dentro del grupo de trabajadores de oficina (French et al., 2004; Marques et al., 2014). Sin embargo, las carencias metodológicas no permiten establecer conclusiones definitivas (Pidd y Roche, 2014). Respecto a los estudios relacionados con la reducción de tasa de accidentes, los resultados no son concluyentes. Por lo general, las pruebas aleatorias se relacionaban con un decremento en la tasa de accidentes. Sin embargo, seis estudios no mostraban reducción en las mismas.

Otra revisión llevada a cabo por un equipo de Canadá y Australia y centrada en Cannabis (MacDonald et al., 2010) propone entre sus conclusiones que no se demuestra que un mayor número de pruebas de detección se relacione con un descenso en el número de accidentes laborales.

Ideas clave

En cuanto a la calidad de las evidencias analizadas, es baja-media, porque si bien las revisiones son Cochrane o publicadas en revistas con impacto en JCR, los estudios incluidos adolecen de una baja calidad metodológica. La hipótesis de que las pruebas aleatorias de alcohol y drogas en ámbito laboral tienen impacto positivo en la seguridad y reducen los riesgos asociados al consumo cuenta con un deficiente apoyo estadístico y muestra una baja evidencia sustentada en estudios de pobre rigor metodológico (Cashman et al., 2009; Macdonald et al., 2010; Pidd y Roche, 2014). Es necesario un mayor número de trabajos que solventen estas carencias y contribuyan a una mayor evidencia.

Referencias

Cashman, C.M., Ruotsalainen, J.H., Greiner, B.A., Beirne, P.V., y Verbeek, J.H. (2009). Alcohol and drug screening of occupational drivers for preventing injury. Cochrane Database of Systematic Reviews, 2009(2), Art. No.: CD006566.

French, M.T., Christopher Roebuck, M., y Kébreau Alexandre, P. (2004). To test or not to test: do workplace drug testing programs discourage employee drug use? Social Science Research, 33(1), 45–63.doi:10.1016/s0049-089x(03)00038-3 

Macdonald, S., Hall, W., Roman, P., Stockwell, T., Coghlan, M., y Nesvaag, S. (2010). Testing for cannabis in the work-place: a review of the evidence. Addiction, 105(3), 408–416.doi:10.1111/j.1360-0443.2009.02808.x 

Marques, P., Jesus, V., Olea, S., Vairinhos, V., Jacinto, C. (2014). The efect of alcohol and drug testing at the workplace on individual’s occupational accident risk. Safety Science, 68, 108-120

Pidd K., y Roche A.M. (2014). How effective is drug testing as a workplace safety strategy? A systematic review of the evidence. Accident Analysis & Prevention, 71, 154-165.

Rosso, G. L., Montomoli, C., Morini, L., y Candura, S. M. (2017). Seven years of workplace drug testing in Italy: A systematic review and meta-analysis. Drug Testing and Analysis, 9(6), 844–852. doi:10.1002/dta.2189 

Leyenda
Evidencia
El nivel de evidencia indica la calidad de las investigaciones que informan sobre la eficacia de la técnica.
La evidencia se representa por el número de líneas con color.
1 línea = No se ha encontrado suficiente evidencia ; 2 líneas = Baja ; 3 líneas= Moderada ; 4 líneas = Alta
Eficacia
La eficacia de la técnica se representa con un código de cuatro colores:
Rojo = Nula
Naranja = Baja
Azul = Media
Verde = Alta