Una línea de pensamiento influyente en la ciencia del comportamiento es que muchos de los problemas más acuciantes de la sociedad pueden abordarse de forma económica y eficaz a nivel individual, sin modificar el sistema en el que opera.
Los autores creen que esto fue un error, al igual que posiblemente muchos colegas tanto del ámbito académico como del político. Aunque los resultados de las políticas a nivel individual han sido modestos, han llevado a muchos profesionales a enmarcar los problemas en términos individuales, no sistémicos. A adoptar lo que llamamos el "marco i", en lugar del "marco s".
Los autores ilustran brevemente este argumento mediante seis políticas y, en profundidad, con ejemplos de cambio climático, obesidad, ahorros para la jubilación y contaminación por residuos plásticos; y una historia de éxito: el tabaco. Los autores sostienen que la forma más importante en que los científicos del comportamiento pueden contribuir a las políticas públicas es empleando sus habilidades para desarrollar e implementar cambios a nivel de sistema que generen valor.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36059098/